Enrique Gómez
Oh Dios, en tu trabajo creador
aún no tienen participación
todas las personas.
Muchos trabajadores, padecen la inquietud
y el aburrimiento de las manos caídas.
Mientras espero el mundo nuevo prometido
acojo el grito de protesta de Emilio
y de todos los parados
y hago mío tu lamento, Jesús trabajador:
Estuve en paro, y la Banca
aumentó sus ganancias
como jamás en la historia.
Estuve en paro, y me dijisteis:
que Dios te ampare y, por si acaso
vete a Caritas que tiene alimentos.
Estuve en paro, y me dijisteis:
no solo de pan vive el hombre;
siempre habrá parados entre vosotros.
Estuve en paro, y me dijisteis:
¡qué insolente!
un día, en el convenio, vas a pedir la luna.
Estuve en paro, y me dijisteis:
espera un poco:
la próxima semana tenemos
el partido del Barsa-Madrid,
la apertura de Fitur,
la entrega de premios
a los mejores empresarios extremeños
y el concierto de Peluqui.
Estuve en paro, y me dijisteis:
no reúnes el perfil que requiere esta empresa,
con lo que tú sabes
te colocas en cualquier sitio,
eso sí, te harán un gran favor
pero sin contrato.
Estuve en paro, y me dijisteis:
¡hombre, por favor,!
hay un plan de empleo B del Gobierno,
hay un plan de empleo de la Junta,
hay un plan de empleo del ayuntamiento.
Estuve en paro, y me dijisteis:
¡no os quejéis!
con el PER tenéis más que queréis.
Estoy en paro,
pero ya no me quejo.
Sigo en paro,
pero ¡por favor! no me endilguéis
tantas sabias y prudentes recomendaciones.
¡Jesús trabajador, cambia nuestro corazón!
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