'Oh, sacratísimo y amorosísimo Corazón de Jesús, tú te ocultas en la Sagrada Eucaristía y lates aún para nosotros. Yo te adoro con todo mi amor y sobrecogimiento, con mi más ferviente amor, con mi mas callada y resuelta voluntad.
Oh mi Dios, que has aceptado sufrir para que te pueda recibir, para que pueda comerte y beberte, y por unos momentos vivir dentro de mi, haz que mi corazón lata con tu Corazón.
Purificado de todo lo terrenal, de todo lo que es orgullo y sensualidad, de todo lo que es despiadado y cruel, de toda perversidad, de todo desorden, de todo pecado.
Así pues, llénalo de rti; que ni los acontecimientos del día ni las circunstancias del tiempo puedan alterarlo, sino que en tu amor y en tu temor pueda tener paz. Amén
(JOHN HENRY NEWMAN, Meditations and devotions)
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