jueves, 29 de abril de 2010

Santa Catalina de Siena: Virgen, doctora de la iglesia y Copatrona de Europa

(Desde El Cañamelar y el Rosario, José Ángel Crespo Flor).- La Iglesia celebra hoy la fiesta de Santa Catalina de Siena. Mujer de frágil salud pero de fuerte personalidad. Tanta que le valió el titulo de Doctora de la Iglesia Universal algo que solo está al alcance de muy pocos santos. Precisamente este titulo se lo concedió, hace 40 años, (en 1970) el recordado Pablo VI. Otro dato que no conviene olvidar es el año de su fallecimiento (1380) hace por lo tanto, 630 años. Los dominicos la tienen en gran estima no en balde ella fue una de las dominicas que más deslumbraron en la historia de esta orden. 

Monseñor Peña, obispo emérito de Holguín (Cuba) que se encuentra de paso por Valencia tras haber peregrinado a Tierra Santa, conmemoró en Santa María del Mar, liugar donde suele oficiar una Misa diaria, la fiesta de esta gran santa para lo que señaló algunos de sus rasgos "no tenía estudios pero nuestro Señor se valió de ella para hacer grandes cosas y hoy la Iglesia la tiene considerada como una de sus Doctoras. Les invito a que lean su famoso libro 'Diálogo de la divina providencia' para conocerla en profundidad. 

En El Marítimo, concretamente en la parroquia del Rosario, se puede apreciar a esta gran santa. Se encuentra en el Grupo Central que preside el templo. Santa Catalina de Siena y Santo Domingo de Guzmán arropan a la Virgen del Rosario. Un grupo escultórico, obra del imaginero Francisco Martínez 'canyameler d' honor' de la Hermandad del Cristo de los Afligidos, y que sorprende al que lo ve por primera vez. Este mismo escultor, Francisco Martínez, es autor también del facsímil del Cristo de los Afligidos conocido ahora también como "Cristo de las Siete Palabras" por ser quien opreside la Procesión nocturna de Las Siete Palabras del Martes Santo.

Monseñor Peña insistió en que "los cristianos tenemos que valernos del ejemplo de los santos y santas de Dios para alcanzar la gloria. Esa gloria que acarició Santa Catalina de Siena que también es considerada ahora como Copatrona de Europa junto a Teresa Bernedicta de la Cruz y santa Brigida de Suecia. Que Ella ilumine a nuestros gobernantes para que Europa nunca deje sus profundas raíces cristianas.

SU BIOGRAFIA

Nacida en 1347, Catalina (nombre que significa "Pura") era la menor del prolífico hogar de Diego Benincasa. Allí crecía la niña en entendimiento, virtud y santidad. A la edad de cinco o seis años tuvo la primera visión, que la inclinó definitivamente a la vida virtuosa. Cruzaba una calle con su hermano Esteban, cuando vio al Señor rodeado de ángeles, que le sonreía, impartiéndole la bendición.

Su padre, tintorero de pieles, pensó casarla  con un hombre rico. La joven manifestó que se había prometido a Dios. Entonces, para hacerla desistir de su propósito, se la sometió a los servicios mas humildes de la casa. Pero ella caía frecuentemente en éxtasis y todo le era fácil de sobrellevar.

Finalmente, derrotados por su paciencia, cedieron sus padres y se la admitió en la tercera orden de Santo Domingo y siguió, por tanto, siendo laica. Tenía dieciséis años. Sabía ayudar, curar, dar su tiempo y su bondad a los huérfanos, a los menesterosos y a los enfermos a quienes cuidó en las epidemias de la peste. En la terrible peste negra, conocida en la historia con el nombre de "la gran mortandad", pereció más de la tercera parte de la población de Siena.

A su alrededor muchas personas se agrupaban para escucharla. Ya a los veinticinco años de edad comienza su vida pública, como conciliadora de la paz entre los soberanos y aconsejando a los príncipes. Por su influjo, el papa Gregorio XI dejó la sede de Aviñon para retornar a Roma. Este pontífice y Urbano VI se sirvieron de ella como embajadora en cuestiones gravísimas; Catalina supo hacer las cosas con prudencia, inteligencia y eficacia.

Aunque analfabeta, como gran parte de las mujeres y muchos hombres de su tiempo, dictó un maravilloso libro titulado Diálogo de la divina providencia, donde recoge las experiencias místicas por ella vividas y donde se enseñan los caminos para hallar la salvación. Sus trescientas setenta y cinco cartas son consideradas una obra clásica, de gran profundidad teológica. Expresa los pensamientos con vigorosas y originales imágenes. Se la considera una de las mujeres más ilustres de la edad media, maestra también en el uso de la lengua Italiana.

 Santa Catalina de Siena, quien murió a consecuencia de un ataque de apoplejía, a la temprana edad de treinta y tres años, el 29 de abril de 1380, fue la gran mística del siglo XIV. El papa Pío II la canonizó en 1461. Sus restos reposan en la Iglesia de Santa María sopra Minerva en Roma, donde se la venera como patrona de la ciudad; es además, patrona de Italia y protectora del pontificado.

El papa Pablo VI, en 1970, la proclamó doctora de la Iglesia.

Ella, Santa Teresa de Avila y Santa Teresita de Lisieux son las tres únicas mujeres que ostentan este título.

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