viernes, 19 de marzo de 2010

Olbier, que acudió a una cena de compañeros de curso, fue testigo predilecto de la primera jornada de la Ofrenda de Flores

(Desde El Cañamelar y el Rosario, José Ángel Crespo Flor)

El sacerdote cubano Olbier Antonio Hernández Carbonell, incardinado en la diócesis de Valencia, que acudió a una cena de compañeros de seminario fue testigo predilecto de la primera jornada de la Ofrenda de Flores. Incluso se le pudo ver en la misma Plaza de la Virgen disfrutando del espectáculo y luego, en la Basilica se le pudo ver por televisión cómo no se perdía ningún detalle y cómo ovacionó cuando la fallera mayor infantil entregó su ramo de flores al arzobispo de Valencia mons. Carlos Osoro. "Ya tenía ganas de vivir por dentro una ofrenda.Hasta ahora no lo había hecho y sólo en algunas ocasiones, cuando mis obligaciones como sacerdote no me lo impedían pude ver, siempre desde fuera, esta maravillosa expresión de amor, fe y cariño que los valencianos profesan a la Mere de Deu"

"Además, continuó el sacerdote, por momentos me sentí muy bien pues que yo sepa no suele ser muy frecuente que un sacerdote cubano pueda contemplar desde dentro, la Ofrenda de Flores. Yo tuve esa inmensa suerte el pasado jueves y doy gracias a Dios por ello porque ahora he comprendido mejor porqué los valencianos  se desprenden de todo con tal de estar con su patrona. Es como ocurre allá con nuestra Virgencita del Cobre. Para nosotros lo es todo. Imagino que para los valencianos la Mare de Déu también lo es todo. En definitiva son dos advocaciones de una misma persona: la Virgen María, la Madre de Jesús".

Sea como fuere lo bien cierto es que Olbier pudo ¡por fin y tras varios años en Valencia! comprender y constatar mejor el espíritu fallero cuando de la Mare de Déu se trata. Ahí lo pequeño se agiganta y lo mucho siempre parece poco. El fallero es así y los valencianos somos así. Olbier pues, cuando regrese a Cuba que todavía le faltan varios años, podrá contar allí la singularidad de este acto. Una singularidad de la que no existe parangón y que tan solo se realiza aquí con la profusión de flores con que se da.

Además, en varios lances se le vio por la tele muy atento hablando con monseñor D. Carlos Osoro, arzobispo de Valencia, quien también quedó deslumbrado de la grandiosidad de la Ofrenda de Flores a la Mare de Déu dels Desamparats. Y es que entre D. Carlos y Olbier  existe muy buena sintonía. Por cierto, D. Carlos no quiso perderse detalle del primer día de la Ofrenda y asistió entre curioso, complacido y sorprendido a esta gran manifestación de amor y cariño que el mundo fallero siempre profesa a la Patrona de todos los valencianos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario