Aunque la visita del Levante al arzobispo de Valencia y posterior recepción de D. Carlos Osoro a la embajada blaugrana ya es historia quiero fijarme en varios detalles que hacen de esta visita algo singular y que, como periodista católico, no quiero dejar de pasar.
Por una parte está el detalle que tuvo el sr. arzobispo de citar a todos a las 12 del mediodía. Hora del Ángelus. Una devoción que, desde que se encuentra D. Carlos como arzobispo de Valencia, ha querido revitalizar haciéndola una practica normal y diaria no ya en el arzobispado sino en todos los centros dependientes del arzobispado. En unos se cumple y en otros no pero en Palacio al igual que en la Delegación de Misiones, a las 12 del mediodía de detiene la faena que se esté haciendo y se reza el Ángelus. La embajada levantinista fue testigo de una practica que se ha hecho habitual en Palacio Arzobispal y que ha llamada la atención. Incluso son muchos los valencianos que, si pasan por la Plaza del Palau a las 11,50 0 11,55 se detienen, acceden al vestíbulo y esperan pacientemente a que sean las 12 del mediodía. Si está el sr. arzobispo -como fue el caso del pasado miércoles- lo reza él. Cada día lo hace en un idioma: latín, castellano y valenciano.
En el arciprestazgo san Pío X que yo sepa sólo en la parroquia de Nuestra Señora de la Buena Guía, su párroco Amado Francisco Pau Magaña, tras la Misa dominical reza el Ángelus. Una plegaria que, como se ha hecho habitual en el arzobispado, aquí, en este pequeño templo que linda con la Playa, también se ha convertido en una practica normal y habitual todos los domingos.
Otro detalle. El arzobispo regaló a cada componente de la embajada levantinista un rosario. Con ello D. Carlos quiso recordar que la practica de esta devoción no está ni mucho menos anquilosada sino que en muchos sitios vive una 'nueva primavera'. D. Carlos, como también el papa Benedicto XVI, al regalar este instrumento de oración no hace sino facilitar el rezo diario de una plegaria que tiene mucho de mariología pero también mucho de eclesiología al ser un compendio de la vida de Nuestro Señor Jesucristo. Con este detalle D. Carlos quiso dar un ejemplo a todos, laicos, religiosos y sacerdotes.
Tercer detalle. Los Evangelios de 2010. D. Carlos es un fiel seguidor de la Palabra de Dios. Él mejor que nadie sabe de su importancia de ahí que no dudase en repartir uno a uno, los Evangelios de 2010. Un detalle que suele regalar a todo el que le visita y que no hace sino incentivar a que la gente se aficione a leer la Biblia y a prepararse a la Eucaristía leyendo en casa el Evangelio propio del día. Con ello D. Carlos quiso hacer ver a jugadores y dirigentes que el fútbol con ser importante y servír de estímulo a la gente joven, no lo es todo.
Homenaje a Vicente Esteve. El Levante aprovecho la presencia del sr. Arzobispo para agradecer a Vicente Esteve, capellán del club, sus desvelos y apoyo en los momentos necesarios. Quico Catalán, presidente del club, le entregó una placa que es lo de menos. Lo más importante fue que Vicente conoció en persona el afecto que el Levante le tiene y supo constatar que aunque humilde, el Levante es un club que siempre se acuerda de los suyos y Vicente aunque ahora no ejerza por la enfermedad que le tener postrado en una silla de ruedas, ocupa un puesto importante, como capellán, en la historia de un club: el Levante que conmemora este año el centenario como institución deportiva. El arzobispo no dudó en aplaudir el homenaje que le hizo el Levante a su sacerdote.
D. Carlos quiso agasajar a jugadores, técnicos y dirigentes con el primer volumen de la Revista 'Catedral de Valencia'. El arzobispo de Valencia aprovechó la presencia de los jugadores para hacerles entrega de este obsequio y animó a los futbolistas a que en su tiempo libre conozcan la Catedral de Valencia y el riquísimo patrimonio cultural que alberga.
El presidente del club Quico Catalán por su parte, invitó al Sr. Arzobispo a que visite el estadio del Levante, el Ciudad de Valencia, y presida algún partido de fútbol de los que juega este equipo, 'el único club de fútbol de Valencia que es centenario' y le obsequió con la Camiseta del centenario 'la misma que utilizan los jugadores en los partidos' y una réplica del trofeo que se ha confeccionado para que este centenario sea algo que perdure en el tiempo.
Fue una visita esperada por unos y otros. ¡Por fin pudo cumplirse¡ y todos quedaron contentos y satisfechos. D. Carlos volvió a ejercer de anfitrión pero como siempre el prelado valenciano se mostró cercano, afable y satisfecho de "recibir a un club que, con humildad, sacrificio y mucho esfuerzo, ha hecho historia en Valencia y España y que tiene una afición muy importante que le respalda todos los domingos"
Por una parte está el detalle que tuvo el sr. arzobispo de citar a todos a las 12 del mediodía. Hora del Ángelus. Una devoción que, desde que se encuentra D. Carlos como arzobispo de Valencia, ha querido revitalizar haciéndola una practica normal y diaria no ya en el arzobispado sino en todos los centros dependientes del arzobispado. En unos se cumple y en otros no pero en Palacio al igual que en la Delegación de Misiones, a las 12 del mediodía de detiene la faena que se esté haciendo y se reza el Ángelus. La embajada levantinista fue testigo de una practica que se ha hecho habitual en Palacio Arzobispal y que ha llamada la atención. Incluso son muchos los valencianos que, si pasan por la Plaza del Palau a las 11,50 0 11,55 se detienen, acceden al vestíbulo y esperan pacientemente a que sean las 12 del mediodía. Si está el sr. arzobispo -como fue el caso del pasado miércoles- lo reza él. Cada día lo hace en un idioma: latín, castellano y valenciano.
En el arciprestazgo san Pío X que yo sepa sólo en la parroquia de Nuestra Señora de la Buena Guía, su párroco Amado Francisco Pau Magaña, tras la Misa dominical reza el Ángelus. Una plegaria que, como se ha hecho habitual en el arzobispado, aquí, en este pequeño templo que linda con la Playa, también se ha convertido en una practica normal y habitual todos los domingos.
Otro detalle. El arzobispo regaló a cada componente de la embajada levantinista un rosario. Con ello D. Carlos quiso recordar que la practica de esta devoción no está ni mucho menos anquilosada sino que en muchos sitios vive una 'nueva primavera'. D. Carlos, como también el papa Benedicto XVI, al regalar este instrumento de oración no hace sino facilitar el rezo diario de una plegaria que tiene mucho de mariología pero también mucho de eclesiología al ser un compendio de la vida de Nuestro Señor Jesucristo. Con este detalle D. Carlos quiso dar un ejemplo a todos, laicos, religiosos y sacerdotes.
Tercer detalle. Los Evangelios de 2010. D. Carlos es un fiel seguidor de la Palabra de Dios. Él mejor que nadie sabe de su importancia de ahí que no dudase en repartir uno a uno, los Evangelios de 2010. Un detalle que suele regalar a todo el que le visita y que no hace sino incentivar a que la gente se aficione a leer la Biblia y a prepararse a la Eucaristía leyendo en casa el Evangelio propio del día. Con ello D. Carlos quiso hacer ver a jugadores y dirigentes que el fútbol con ser importante y servír de estímulo a la gente joven, no lo es todo.
Homenaje a Vicente Esteve. El Levante aprovecho la presencia del sr. Arzobispo para agradecer a Vicente Esteve, capellán del club, sus desvelos y apoyo en los momentos necesarios. Quico Catalán, presidente del club, le entregó una placa que es lo de menos. Lo más importante fue que Vicente conoció en persona el afecto que el Levante le tiene y supo constatar que aunque humilde, el Levante es un club que siempre se acuerda de los suyos y Vicente aunque ahora no ejerza por la enfermedad que le tener postrado en una silla de ruedas, ocupa un puesto importante, como capellán, en la historia de un club: el Levante que conmemora este año el centenario como institución deportiva. El arzobispo no dudó en aplaudir el homenaje que le hizo el Levante a su sacerdote.
D. Carlos quiso agasajar a jugadores, técnicos y dirigentes con el primer volumen de la Revista 'Catedral de Valencia'. El arzobispo de Valencia aprovechó la presencia de los jugadores para hacerles entrega de este obsequio y animó a los futbolistas a que en su tiempo libre conozcan la Catedral de Valencia y el riquísimo patrimonio cultural que alberga.
El presidente del club Quico Catalán por su parte, invitó al Sr. Arzobispo a que visite el estadio del Levante, el Ciudad de Valencia, y presida algún partido de fútbol de los que juega este equipo, 'el único club de fútbol de Valencia que es centenario' y le obsequió con la Camiseta del centenario 'la misma que utilizan los jugadores en los partidos' y una réplica del trofeo que se ha confeccionado para que este centenario sea algo que perdure en el tiempo.
Fue una visita esperada por unos y otros. ¡Por fin pudo cumplirse¡ y todos quedaron contentos y satisfechos. D. Carlos volvió a ejercer de anfitrión pero como siempre el prelado valenciano se mostró cercano, afable y satisfecho de "recibir a un club que, con humildad, sacrificio y mucho esfuerzo, ha hecho historia en Valencia y España y que tiene una afición muy importante que le respalda todos los domingos"
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