(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor)
Vamos a rememorar, aquí y ahora, la peregrinación a la localidad francesa de Lourdes que realizó el ya 'venerable' Faustino Pérez - Manglano hace ahora 50 años. Estamos hablando concretamente de Julio de 1961.
Son sus mismas impresiones. Se encuentran en el libro "Tal vez me hable Dios" que, editado por PPC y está escrito por su biógrafo y, por lo tanto quien más y mejor sabe de 'Faustino', el padre marianista José María Salaverri.
Un documento pues excepcional que viene a corroborar lo que supone ir a Lourdes como enfermo y peregrino.
Un texto de inapreciable valor pues estamos hablando de un chiquillo que murió sin haber cumplido los 17 años y que, aún así y todo, la Iglesia lo considera 'venerable' desde el 14 de enero de 2011 fecha de San Juan de Ribera y Fiesta también de la Virgen de la Paz.
El texto en cuestión es el que sigue:
** A Lourdes
La visita a Lourdes deja en él un recuerdo imborrable. Va con su madre en el peregrinación de la Hospitalidad Valenciana de Nuestra Señora de Lourdes: tres trenes enteros con 250 enfermos y muchos otros peregrinos.
Llegan el 29 de junio por la noche. Al día siguiente van a rezar varias veces a la Gruta. Por la tarde, a la procesión del Santísimo. "Es maravilloso", comenta. La "presentación", otro rosario en la Gruta, misa, comunión, procesión de las antorchas: un día bien lleno.
Pero dejemos que él mismo cuente estos días inolvidables:
Día 1-VII - 61. Segundo día de estancia en Lourdes. A las 6,30 nos despertamos. Fuimos a oír Misa a la Gruta y comulgamos. Es emocionante estar con todos los enfermos y ver la resignación y la fe que tienen. Desayuné y tomé el baño en las piscinas. ¡Que maravilloso es!. Luego hicimos el Vía Crucis y comimos. Después hico de 'brancadier', ayudando en las piscinas y en la Gruta hasta las 3,30, que me preparé par ir al lado de la bandera en la procesión del santísimo. luego paseamos mamá y yo por Lourdes, cenamos y nos fuimos a rezar el rosario a la Gruta.
Día 2-VII-61 ... Oímos misa de pontifical. Es maravilloso ver qué resignación y qué fe más grande tienen los enfermos... Me bañé en la piscina: ¡qué maravillosa es el agua de Lourdes". Luego vimos la procesión del Santísimo y nos cayó un chaparrón enorme. Después de cenar fuimos a la gruta y nos despedimos de la Virgen.
Los tres días se le pasaron volando:
Dí a 3 - VII - 61. A las 4,30 nos despertaron y salimos para Valencia. ¡Qué pena! ¡Tan bien que se está en Lourdes!. Es maravillosa la resignación de todos los enfermos. Yo creo que el mayor milagro de Lourdes es la de conversiones que hay allí. Es fenómeno ver cómo enfermos gravísimo no piden por su salud, sino por la del que tienen al lado, porque tiene más necesidad de vivir, porque tiene que mantener una casa. Yo, la próxima vez que vaya a Lourdes, iré de 'brancadier'.
Como tantos otros. Faustino no volvió curado del Pilar ni de Lourdes. Pero sí con una reserva de energías para enfrentarse con su situación.
Hasta aquí las palabras del propio 'Faustino'. Palabras profundas, sinceras y claras pero que ahora, y con el título ya de 'venerable', recobran su importancia y protagonismo. Medítenlas, háganlas suyas. Seguro que así 'saborean' mejor el fenómeno que siempre tiene la localidad francesa de Lourdes y 'ahondan' en la riqueza que tienen los escritos de 'Faustino'
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