miércoles, 23 de marzo de 2011

Primer misterio de Dolor del Santo Rosario: LA ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS


( J. A. Crespo)

Aunque el 21 de marzo, DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA, queda ya un tanto lejos en el tiempo que no en la memoria, no por ello vamos a dejar de publicar este hermoso poema. Un poema que ahora, en cuaresma, llega que ni pintado y que nos va a permitir adentrarnos mejor en la principal Semana del cristiano, esa Semana en donde reviviremos la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo, el Señor. Espero que sea de su agrado. Pero ... mas que gustarle lo que pretendemos y queremos es que lo lean, relean, mediten y lo hagan suyo. Por eso lo transcribimos. Por eso y porque nos ha gustado, la verdad. 

LA ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO 
Por Emma-Margarita R. A.-Valdés
 
Finalizado el cántico y la cena
hacia Getsemaní se encaminaron,
las sombras de la noche enmascararon
los rostros demudados por la pena.

Llevaban de tristeza su alma llena.
Ocho, a la entrada, para orar quedaron;
Pedro, Santiago y Juan acompañaron
a Jesús. Empezaba la condena. 

Se alejó de ellos pálido, afligido,
de hinojos se postró, la frente en tierra,
y elevó al Padre bueno su plegaria.

Estaba atribulado, decaído,
y su materia, que a existir se aferra,
pedía su razón originaria.
  
 Jesús medita brutalmente herido,
rasgado por contrarios sentimientos
de olvido o redención. Sus pensamientos
viajan de gloria a oprobio. Está aturdido.

Pedro, Santiago y Juan ya se han dormido
y Cristo les reprende. Sus tormentos,
las causas de profundos sufrimientos,
son vilezas del hombre redimido.

Ruega al Padre le exima del martirio
le aparte el cáliz portador de Cruz,
le salve de la muerte y la agonía.

Suda sangre abrumado en su delirio,
y dice, al recibir de Dios la luz,
haré tu voluntad y no la mía.
 
Bajo el anciano olivo, con horror
al cruento final, al sacrificio,
de rodillas, humilde, es su cilicio
apurar el acíbar del dolor.

No hará su voluntad porque es Amor.
Y su carne, rebelde ante el suplicio,
enrojece su arcilla, el edificio
que sufrirá su Cruz de vencedor.

Estalla la liturgia del perdón,
Es carmesí holocausto al trasvenarse.
Será mártir por todos sus hermanos.

Es la primera sangre de Pasión.
Él es el alto precio y al donarse
abre la salvación a los cristianos.
 

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