(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor).-
"Gracias a Dios hoy he podido disfrutar muchísimo", declaró a TVE Marta Domínguez tras proclamarse campeona del mundo de los 3000 metros obstáculos. Esta frase de 'Gracias a Dios' me ha hecho redactar estas líneas y he aprovechado para en nombre de la hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos del Cañamelar a la que pertenezco mandarle un e-mail. Concretamente ha sido este: "Marta, enhorabuena por tu exitazo en el Mundial. Nos hiciste pasar un mal momento pero creete que mereció la pena. La medalla de oro en un mundial es algo que se dice muy fácil pero que sólo está al alcance de deportistas de la calidad como la que tu atesoras. Calidad, trabajo, disciplina y unas ganas enormes de hacer historia en el atletismo mundial y de prosperar para situarse junto a otras atletas, todas del olimpo mundial, y arrebatarles como así ha ocurrido el premio que sólo se da a quien es la MEJOR DEL MUNDO.
Marta, desde la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos del Cañamelar (Valencia) darte la más sincera de las enhorabuenas, desearte nos sigas dando alegrías tan importantes en cuantas competiciones intervengas y seas lo que siempre has sido: un ejemplo para los que empiezan en el deporte y, concretamente, en el atletismo.
Por la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos del Cañamelar, José Ángel Crespo Flor.
Marta, desde la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos del Cañamelar (Valencia) darte la más sincera de las enhorabuenas, desearte nos sigas dando alegrías tan importantes en cuantas competiciones intervengas y seas lo que siempre has sido: un ejemplo para los que empiezan en el deporte y, concretamente, en el atletismo.
Por la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos del Cañamelar, José Ángel Crespo Flor.
Estarán conmigo que no resulta muy frecuente que digamos que después de tamaña gesta y ante muchos micrófonos un deportista de elite, en este caso una deportista de elite, dé las gracias lo primero a Dios para después, pasar a comentar la carrera y descubrir cómo se lanzó hacia la meta pensando sólo en el oro que le esperaba en la línea de llegada.
Marta, atleta de casta, palentina de oro, persona humilde, ha sabido, con esa frase, granjearse muchas simpatías porque los católicos, los que creemos en Dios, a veces no tenemos el valor suficiente para proclamarlo a los cuatro vientos y necesitamos de personas como Marta Domínguez que, instantes después de conseguir el primer oro mundialista para España después de diez años, lo primero que declara es su gratitud para con Dios. Y está en lo cierto Marta. Porque todo, hasta las carreras, las mueve Dios. Tu puedes estar muy bien preparada, puedes haber hecho 'bien los deberes', puedes haber entrenado mejor que otros años pero ¿porqué sale luego perfecta una carrera y no existe ningún contratiempo?. Indiscutiblemente porque Dios existe. Y Marta esto último parece tenerlo muy claro de ahí la frase que soltó para Televisión Española nada más saberse campeona del mundo en los 3000 metros obstáculos.
El triunfo de Marta Domínguez en Berlín pone fin a una sequía de medallas de oro en Mundiales de atletismo que duraba ya diez años, después de las conseguidas por Abel Antón (maratón) y por Niurka Montalvo (longitud) en Sevilla'99.
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