Querido cofrade
Estrenamos año. Nos deseamos felicidades y algunos hacen propósitos nuevos.
Yo os doy un consejo: No hagamos ningún propósito. He escuchado tantas promesas y he visto tan pocos resultados. ¿Por qué no los cumplimos? ¿ Por qué no cambiamos?
El secreto del cambio no está en nosotros. Sólo el Señor hará el cambio si se lo permitimos.
Año nuevo, sí. Nuevo si lo vivimos con el Señor.
Año nuevo, sí. Nuevo si estamos abiertos a todos.
Año nuevo, sí. Nuevo en el que lo hace todo nuevo.
El no hace a todos nuevos.
El primero de enero damos la bienvenida al año nuevo. En el calendario, recién estrenado, el uno está en rojo, es fiesta. Este día no celebramos un número. Celebramos, los cristianos, a María como Madre de Dios.
En este tiempo de Navidad, María es el vehículo de la divinidad.
Hoy, oramos también por la paz al Príncipe de la Paz recién llegado a nuestra tierra ensangrentada.
Que “el Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz”.
María es la hija de Israel, la hija de Sión, la heredera de las bendiciones del Dios de Israel. Sí, El “ha mirado la humillación de su esclava”.
La Navidad anuncia la paz a los hombres de buena voluntad.
La paz no es un meteorito caído del cielo. La paz que trae Jesús es un fruto que sólo crece en el corazón de los que lo acogen.
“María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”
No la cabeza sino el corazón es el lugar secreto donde Dios se cita con los hombres. Y María por la fe concibió a Jesús en su corazón antes que en su cuerpo.
La humanidad se siente amenazada , no por la presencia de Jesús nacido en Belén, sino por la maldad albergada en tantos corazones aún no sanados ni abiertos al Príncipe de la Paz.
"El que es bueno, de la bondad que almacena en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón lo habla la boca”
El mundo ha multiplicado las armas, el mayor negocio inventado por los hombres, que nos pueden aniquilar en cualquier momento. No estamos precisamente en la Gran Víspera de la Paz. El sueño imposible se hará verdad cuando los hombres alberguen pensamientos de paz en sus corazones.
Hoy oramos con María, Madre de la Paz y corazón lleno de Dios, para recibir como ella las bendiciones de Dios al comenzar este nuevo año.
“El amor no murió en la cruz, simplemente eligió no luchar".
“No hay camino hacia la paz. La paz es el camino”
“No hay camino hacia la paz. La paz es el camino”
"Si deseáis ser hermanos, soltad las armas de vuestras manos. No se puede amar empuñando las armas".
Cordialmente,
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